El sistema muscular
Los músculos paravertebrales
se coordinan con los abdominales y el músculo
psoas para mantener la columna recta, del mismo
modo que lo hacen las cuerdas opuestas que sujetan el mástil
de un barco. Los glúteos fijan la
columna a la pelvis y dan estabilidad al sistema.
Por otra parte, si los músculos de la parte posterior del
muslo (los "isquiotibiales") están
acortados, tienden a provocar posturas inadecuadas para la columna
vertebral.
Los músculos tienen muchos nervios, por lo que su lesión
o sobrecarga puede ser muy dolorosa.
Vista lateral
1. Músculos abdominales
2. Músculos psoas
3. Músculo gluteos
4. Músculos paravertebrales
Los músculos abdominales
Se extienden desde la parte inferior de las costillas hasta la
parte superior de la pelvis, protegiendo los órganos internos.
Los que están en la parte anterior se denominan "rectos anteriores".
Al contraerse tienden a acercar las costillas a la pelvis frontalmente,
doblando la columna hacia adelante, pero no son muy eficaces en
términos de movimiento: Cuando están contraídos
al máximo sólo hacen curvarse la columna hacia adelante
unos 30 grados. El pecho puede acercarse más a la rodilla
por la acción de otro músculo, denominado psoas-iliaco.
Los abdominales que están en la parte lateral se denominan
"oblícuos" y "transversos". Al contraerse el transverso izquierdo
acercan las costillas hacia la pelvis por el lado izquierdo, haciendo
que en el lado derecho se separen las costillas de la pelvis. Al
contraerse los oblícuos ("mayor" y "menor") hacen rotar las
caderas sin que se muevan los hombros. Si se contraen a la vez que
los rectos anteriores, acercan las costillas a la pelvis de forma
cruzada, acercando el hombro derecho hacia la cadera izquierda o
al revés.
La contracción del transverso actúa de forma similar
al de una faja, apretando las vísceras contra la columna
vertebral.
Los paravertebrales
Se extienden por toda la parte posterior del tronco, desde la
nuca hasta la pelvis, uniendo por detrás la parte inferior
de las costillas con la pelvis y las vértebras con los omóplatos,
y entre sí hasta la nuca.
El psoas
El psoas se extiende desde la última vértebra dorsal
y las cinco lumbares hasta el muslo, atravesando la pelvis. Al contraerse,
aproxima el muslo y las vértebras por delante, hasta hacer
que se toquen el pecho y la rodilla.
En los primeros 30 grados de flexión, los abdominales y
el psoas colaboran. A partir de esa postura, el resto de la flexión
del pecho sobre la pelvis se debe sólo a la acción
del psoas.
Los glúteos y el
piramidal
Los glúteos se extienden desde la pelvis hasta el fémur
por detrás, formando las nalgas. Al contraerse tienden a
llevar la pierna hacia atrás y hacia afuera. Al erguir la
espalda hacia atrás, los glúteos e isquiotibiales
colaboran con los paravertebrales.
Los glúteos y otros músculos de la pelvis, como
el piramidal, contribuyen a mantener una tensión dinámica
en la cintura pélvica, lo que aporta un punto de apoyo estable
a la columna vertebral.
Los isquiotibiales
Se extienden por la parte posterior del muslo, dirigiéndose
por detrás desde la pelvis hasta la rodilla. En la extensión
de la espalda, los glúteos e isquiotibiales colaboran con
los paravertebrales.
Si los isquiotibiales están acortados, tienden a provocar
una rectificación de la columna lumbar y un dorso curvo o
hipercifosis dorsal ya que son los tirantes posteriores que provocarán
una retroversión de la pelvis.
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