Labores doméstricas: Al atender a los niños
Los padres y abuelos deben cuidar su espalda al realizar determinadas
actividades, como coger a los niños de la cuna, bañarlos, enseñarles
a andar y pasear. También, es necesario educar sanitariamente a
los niños para que protejan su espalda, al llevar los libros al
colegio.
Coger al niño de la cuna
Cuando tenga que coger al niño de la cuna, piense
en él como un peso adorable pero potencialmente peligroso para su
columna. Cárguelo cumpliendo las normas para levantar
peso. La manera más aconsejable es la "carga diagonal", partiendo
desde la postura de pie con las rodillas flexionadas y no desde
la de rodillas: colóquese junto a una esquina de la cuna (por ejemplo,
la esquina izquierda), con el pie derecho atrasado y el izquierdo
considerablemente adelantado. Flexione las rodillas, cargue al niño
y estire las piernas para incorporarse.
Otra
alternativa es apoyar el brazo izquierdo en el extremo opuesto al
que toca su pie derecho, cargar al niño con el brazo derecho hasta
colocarlo contra su cuerpo, apoyar entonces su peso en el pie izquierdo
dejando de apoyar la mano izquierda y estirar las piernas para incorporarse.
Una vez tenga cargado al niño, manténgalo centrado y lo más cerca
posible del cuerpo.
Bañar al niño
Para
introducir o sacar al niño de la bañera, póngase de pie junto a
la bañera con el niño en brazos, pegado al centro de su cuerpo a
la altura del pecho y cuello. Separe ligeramente una pierna y retrásela.
Apoye la rodilla de la pierna retrasada en el suelo y los codos
en el borde de la bañera. Sujete al niño con un brazo, apoye el
otro en el extremo opuesto de la bañera y deposítelo lentamente
en el agua. Para sacarlo del agua, repita la operación al revés.
Enseñar a andar y pasear al niño
Al enseñar a andar al niño, no lo guíe desde atrás,
cogiéndole las manos con los brazos del niño estirados por encima
de su cabeza, pues eso le obligaría a mantenerse inclinado en equilibrio
inestable, lo que será perjudicial para su columna, y también es
incómodo para el niño. Si alguna vez quiere guiarlo, póngase de
frente al niño, separe ligeramente las piernas y retrase un pie,
y flexione las rodillas hasta que sus codos se apoyen sobre ellas.
En esa postura, coja las manos del niño y guíelo de forma que él
ande hacia delante y usted hacia atrás, con las rodillas flexionadas.
Probablemente la musculatura de sus piernas se canse con rapidez
por el esfuerzo, pero eso es mejor para su columna.
Para pasear al niño, use un carrito si el
niño no puede andar. Tanto para su columna como para el desarrollo
del niño es mejor que si el niño puede andar, lo haga. Si alguna
vez quiere cargarlo, hágalo lo más cerca posible de su cuerpo y
centrado, cargándolo "a camello" (sentado sobre su cuello y con
las piernas colgando a cada lado) o en una mochila en la espalda.
Otra opción si lo carga poco tiempo, es colocarlo en flanco, apoyándolo
sobre el hueso de la cadera, si bien debe cambiarlo de uno otro
lado con frecuencia. En todo caso, cuando el niño puede andar debe
hacerlo. Cargarlo siempre que él lo desea por capricho es, además
de una amenaza para su columna, un problema educativo.
Llevar libros al colegio
Al llevar los libros al colegio, intente conseguir
que los niños utilicen una mochila cómoda, de anchos tirantes y
que la usen correctamente, repartiendo el peso entre sus dos hombros
en vez de utilizarla como una cartera de mano o una bandolera.
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