La espalda es una parte importante del cuerpo. Es muy robusta y
tiene una forma especial que permite que el cuerpo se mantenga firme
y se mueva.
Antiguamente se creía que las dolencias de la espalda, que los
médicos denominan "patologías
mecánicas del raquis", eran muy raras entre los jóvenes. Hoy
se sabe que no es así y que son frecuentes, especialmente a partir
de los 12 años.
¿Por qué te puede doler la espalda?
Habitualmente se debe a un mal funcionamiento de la musculatura
de la espalda y no a una enfermedad
de la columna vertebral.
Los factores que han demostrado asociarse a un mayor riesgo de
padecer dolor de espalda, y que se dan con mayor frecuencia entre
los jóvenes de los países industrializados, son:
1. El sedentarismo, que conlleva falta de fuerza muscular.
2. Los hábitos posturales incorrectos.
3. La inadecuada práctica competitiva de algunos deportes.
- En algunos casos, como la gimnasia rítmica en las niñas, porque
puede llegar a causar deformaciones de la columna vertebral, como
escoliosis.
- La mayoría de las veces porque el entrenamiento inadecuado puede
causar desequilibrios en la musculatura que afectan al funcionamiento
normal de la espalda, aún sin causar deformaciones de la columna
vertebral.
- Pero no hay que engañarse: el ejercicio y el deporte son buenos
para la espalda. Sólo si el entrenamiento es erróneo y se repite
con mucha intensidad puede llegar a dar problemas. Si el entrenamiento
es correcto, el ejercicio y el deporte disminuyen el riesgo de padecer
dolencias de la espalda. En una sección de este Web puedes hallar
los deportes
y ejercicios que fomentan
la potencia, resistencia o elasticidad de la musculatura de la espalda.
4. También se pueden dar otros
factores que aumentan el riesgo de padecer dolencias de la espalda
y que no son exclusivos de los jóvenes.
¿Las dolencias de la espalda pueden tener consecuencias negativas
para tí?
Si. Los estudios disponibles demuestran que si ahora padeces
molestias de forma crónica tienes mayor riesgo de seguir padeciéndolas
cuando seas adulto.
Un estudio en el que se siguió durante 25 años a un grupo de adolescentes
sanos y a otro con dolor de espalda, demostró que:
- En contra de lo que se creía antes, la existencia de alteraciones
de la forma de la columna vertebral detectadas por radiografías,
como escoliosis,
hiperlordosis,
rectificaciones
o espondilolistesis,
no aumentan significativamente el riesgo de que a un joven le duela
la espalda ni en el momento en el que se detectan esas anomalías
ni en los siguientes 25 años. Tampoco lo hace la escoliosis
si es de menos de 60º.
- Los adolescentes con dolor persistente tienen mayor riesgo de
padecerlo de forma crónica cuando son adultos.
El miedo al dolor también puede generarte una actitud que
aumenta el riesgo de que padezcas esas dolencias en el futuro.
- El reposo
y la restricción de la actividad por miedo al dolor han demostrado
ser ineficaces y contraproducentes como tratamientos. De hecho,
se ha demostrado que aumentan el riesgo de que el dolor aparezca
y dure más.
- Por eso, si te acostumbras a limitar tu actividad por miedo a
que aparezca el dolor, o a interrumpirla cada vez que aparece, adoptarás
una actitud
ante el dolor que aumenta tu incapacidad e incrementa el riesgo
de que el dolor reaparezca y se haga crónico.
Así, si te duele la espalda es importante tomar medidas para resolver
el episodio y prevenir su reaparición, pero tan esencial como eso
es evitar que el dolor te impida hacer una vida normal. No debes
dejarte vencer.
Por otra parte, algunas deformaciones de la columna vertebral pueden
ir aumentando hasta el final del crecimiento, especialmente entre
las chicas. Aunque son muy pocos los casos en los que llegan a ser
suficientemente importantes como para causar problemas médicos o
estéticos relevantes, es necesario ir controlando su progreso
para adoptar en cada caso las medidas oportunas, que se explican
en las secciones de este Web dedicadas a la escoliosis
y la hipercifosis.
Por eso, si tienes una de estas alteraciones, un médico debe controlar
su evolución y tú debes cumplir sus prescripciones.
¿Qué puedes hacer para resolver y evitar el dolor de espalda?
Varias cosas:
1. Evita los factores que
aumentan el riesgo de padecer dolor de espalda.
2. Adopta las medidas eficaces para prevenirlo.
3. Cumple estas normas
de higiene postural.
4. Haz deportes
y ejercicios que fomentan
que la musculatura de la espalda sea potente, resistente y elástica.
5. Si el dolor aparece, consulta a tu médico para que tome las
medidas necesarias para diagnosticar
el origen de tu dolor y adoptar precozmente los tratamientos
adecuados.
6. En todo caso, mantén una actitud mental positiva y no te dejes
limitar. Es muy probable que puedas llevar una vida normal a pesar
del dolor.
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