En este deporte los saltos, que generan fenómenos de carga brusca
sobre la columna vertebral, suponen el principal factor de riesgo
para la columna vertebral. Además, es frecuente adoptar y mantener
posturas de flexión, que sobrecargan la parte anterior del disco
y facilitan la protrusión del núcleo del disco hacia su parte posterior.
La suma de ambos factores aumenta el riesgo de padecer protrusiones
o hernias
discales.
- Realizar un programa de ejercicios para
desarrollar la musculatura de la columna vertebral, y proteger el
disco intervertebral. Los ejercicios que son adecuados para un individuo
pueden no serlo para otro, y es conveniente que un médico realice
una exploración física y un balance muscular para determinar el
mejor programa.
- Realizar siempre un calentamiento de unos
15 minutos antes de empezar la práctica deportiva propiamente dicha.
El calentamiento es fundamental para preparar el cuerpo para el
ejercicio posterior y evitar lesiones. Comenzar corriendo relajadamente
alrededor de la pista durante unos minutos, luego movilizar las
articulaciones más implicadas (muñecas, codos, hombros, rodillas,
tobillos); por último practicar con la pelota una serie de saltos
y lanzamientos a canasta pero más suaves que a ritmo normal.
- Utilizar zapatillas deportivas especiales
para baloncesto, con piso de caucho de alta densidad y resistencia,
con sistema de amortiguación en el talón, plantilla de alta ventilación
y recambiable.