Correr equivale a una sucesión de saltos. Eso expone a los discos
intervertebrales a una carga y descarga rítmica, con mayor o menor
grado de vibración en función del terreno sobre el que se corre
y el calzado que se usa.
- Realizar siempre un calentamiento de unos
15 minutos antes de empezar la práctica deportiva propiamente dicha.
El calentamiento es fundamental para preparar el cuerpo para el
ejercicio posterior y evitar lesiones. El tipo de calentamiento
variará según la edad y nivel físico; primero se realizará un calentamiento
general enfocado al sistema cardiovascular y posteriormente uno
específico para las articulaciones que más intervendrán. En este
caso se realizarán maniobras de estiramiento especialmente para
extremidades inferiores, continuando con varias carreras suaves
y cortas, o sesiones cortas de marcar el paso, simulando correr
pero sin avanzar y elevando mucho las rodillas.
- Terreno: corra preferentemente sobre
superficies blandas (césped, tierra) y no duras (asfalto). Esto
siempre es importante, pero es indispensable si le sobra peso. Intente
que todo el circuito tenga el mismo tipo de suelo, evitando pasar
de uno a otro (por ejemplo, de césped a asfalto).
- Circuito: mejor llano, especialmente cuando
no esté previamente entrenado. Cuanto mayor sea el ángulo de pendiente,
mayor es el trabajo que exige a la musculatura de la columna vertebral,
además de a su sistema cardiovascular y al conjunto de su musculatura.
- Postura: Evite inclinarse hacia adelante;
mantenga el tronco erguido y equilibrado, o ligeramente arqueado
hacia atrás (en lordosis).
Balancee los brazos en sus flancos, evitando cruzarlos por delante
del pecho.
- Zancada: Apoye el pie suavemente y con
toda la planta, contactando con el suelo en una línea vertical con
la rodilla.
- Equipo: calzado deportivo ligero -cuanto
menos pese, mejor-, con un talón estable pero no rígido y un borde
alto y rígido para evitar rozaduras. La suela debe tener un grosor
de 2 cms. en la parte del talón y ser ligeramente descendente hacia
adelante. Es importante que la suela tenga buena capacidad de amortiguación;
mediasuela de poliuretano con cámara de aire. Piso de caucho de
alta resistencia y el piso interior cementado; plantilla de alta
ventilación y recambiable.