Desportes: Equitación
Algunos autores afirman que cuando el jinete cabalga con las caderas
y rodillas ligeramente flexionadas se produce una carga repartida
simétricamente en la vértebra y el disco intervertebral, sugiriendo
que ese factor podría contribuir a mejorar en ese momento el reparto
de cargas y aliviar el dolor a corto plazo en algunos casos.
Sin embargo, la equitación es un factor de riesgo
para padecer dolores de espalda, aunque no haya caídas del caballo,
y muchos jinetes profesionales terminan padeciéndolos.
En primer lugar, y sobre todo, la vibración que
conlleva la equitación genera carga sobre el disco intervertebral
y es un factor de riesgo para su futura degeneración y protrusión
o hernia.
En segundo lugar, el jinete necesita mantener su
espalda recta a pesar de que los movimientos del caballo alteran
constantemente la posición de su pelvis. Para mantenerse erguido
y compensar ese efecto, debe trabajar constantemente la musculatura
de la espalda. Además, si mantiene una postura constantemente erguida
en exceso (hiperlordosis),
sobrecarga las articulaciones facetarias y facilita su degeneración.
Por último, el movimiento de las riendas para controlar
al caballo implica el trabajo de la musculatura de los brazos y
la espalda. Eso puede facilitar contracturas musculares en la zona
dorsal en jinetes sin gran potencia muscular con caballos muy potentes..
Se recomienda:
- Realizar un programa de ejercicios para
desarrollar la musculatura de la columna vertebral, para proteger
el disco intervertebral. Los ejercicios que son adecuados para un
individuo pueden no serlo para otro, y es conveniente que un médico
realice una exploración física y un balance muscular para determinar
el mejor programa.
|