Base, indicaciones y riesgos: Infiltraciones intradiscales
(Discografía)
Consiste en la inyección de corticoides o glicerol en el
interior de la envuelta fibrosa del disco, donde se halla el núcleo
pulposo. Normalmente la discografía es utilizada como prueba
diagnostica.
Objetivo:
Reducir la inflamación en el disco.
Fundamento teórico:
Los derivados de la cortisona tienen un efecto antiinflamatorio
muy potente, aunque sus riesgos y contraindicaciones impiden administrarlos
de forma continuada por vía general. Además, cuando
se administran por vía general sólo tiene efecto la
parte de la dosis administrada que a través de la sangre
alcanza los territorios inflamados. Para aumentar la eficacia de
su efecto antiinflamatorio y disminuir sus riesgos, en la infiltración
intradiscal se colocan los esteroides en el interior de la envuelta
fibrosa del disco, donde se halla el núcleo pulposo, de forma
que tienen un efecto local potente y menos efectos secundarios.
Así conseguirían neutralizar el efecto de las sustancias
liberadas por los nervios del dolor y disminuir la inflamación.
Con este fin han sido utilizadas en algunos estudios las infiltraciones
intradiscales de esteroides para tratar el dolor discogénico.
El glicerol actuaría destruyendo las fibras nerviosas del
disco.
Pruebas científicas de su eficacia:
Las recomendaciones basadas en la evidencia científica disponible coinciden en señalar que las infiltraciones intradiscales
no tienen efecto, ni en los pacientes agudos ni en los crónicos,
con independencia de cuál sea la sustancia que se inyecte.
Riesgos y contraindicaciones:
Las infiltraciones intradiscales pueden ser peligrosas ya que
existe un riesgo de irritación o infección del disco
("discitis" o espondilodiscitis).
Indicación:
Las recomendaciones basadas en la evidencia científica
disponible no aconsejan las infiltraciones intradiscales en el tratamiento
del dolor de espalda.
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