Base, indicaciones y riesgos: Tracciones
Consiste en estirar mecánicamente la columna
vertebral.
Objetivo:
Mejorar el dolor y la contractura muscular.
Fundamento teórico:
Al contracturarse, el músculo acorta
su longitud. La idea es que al estirarlo mecánicamente se
podría resolver su contractura.
Sin embargo, el funcionamiento de la contracción
muscular es bastante más complejo. En condiciones normales,
los nervios controlan la acción de los músculos, de
forma que cuando se activan, el músculo se contrae. Cuando
eso ocurre, los nervios que transmiten la sensibilidad del músculo
perciben su contracción -por el aumento de tensión
de sus fibras- y el movimiento que eso provoca -por el acercamiento
de los huesos que causa la contracción muscular-.
Los detractores de las tracciones argumentan
que si el músculo persiste contracturado es por la activación
del nervio que lo controla. Si en esa situación se estira
el músculo, el Sistema Nervioso percibe el distanciamiento
de los huesos en los que se inserta el músculo y ordena una
contracción todavía mayor. Los defensores de las tracciones
argumentan que en aquellos casos en los que la contractura persistente
ha provocado el acortamiento del músculo, la situación
ya no se debe a la activación de los nervios, de forma que
las tracciones pueden ser útiles.
Pruebas científicas de su eficacia:
Los estudios realizados demuestran que las
tracciones no son útiles, ni para el tratamiento de las dolencias
cervicales ni lumbares. Aunque en pacientes con dolor cervical pueden mejorar el dolor inmediatamente después de ser aplicadas, este efecto no se mantiene en el tiempo, y tampoco mejora la discapacidad en estos pacientes.
En el tratamiento del dolor lumbar se han evaluando los resultados de la tracción mecánica o manual, como tratamiento único o en combinación con otros, en pacientes con dolor lumbar agudo, subagudo o crónico, con o sin dolor irradiado. La tracción no mejora la intensidad del dolor, el grado de discapacidad ni el retorno al trabajo. Como efectos secundarios, la tracción puede intensificar el dolor y agravar la afectación neurológica, lo que puede terminar indicando la cirugía.
De hecho, las recomendaciones basadas en (la evidencia científica) las pruebas científicas disponibles coinciden en señalar que son ineficaces, tanto para el dolor lumbar como cervical.
Riesgos y contraindicaciones:
Las tracciones pueden desencadenar la aparición de dolor irradiado en los casos en los que este no existía antes de aplicarse, o empeorarlo cuando ya existía, o agravar la afectación neurológica, lo que puede terminar requiriendo cirugía.
Indicaciones:
No habiendo demostrado eficacia, no tienen indicación. Las recomendaciones basadas en (la evidencia científica) las pruebas científicas disponibles no las incluyen como tratamiento adecuado para el dolor de espalda.
Esas recomendaciones coinciden en contraindicar específicamente para el tratamiento del dolor de espalda el uso tracciones con el paciente en cama, puesto que no es eficaz y añade a los riesgos del reposo en cama los incovenientes de la inmovilidad, aumentando el riesgo de pérdida de flexibilidad articular, pérdida de masa muscular y ósea, alteraciones de la presión arterial y tromboembolismo.
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